La ley brindó la posibilidad de desarrollar la producción de mercancías que antes eran compradas en el exterior debido a los bajos precios que permitía a la superioridad técnica de la revolución industrial británica y francesa.
"Con esta ley Rosas fortalece la Industria Nacional y en particular de la incipiente INDUSTRIA ARTESANAL DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS"
Desde esta medida se instaura un momento de paz y progreso donde el nombre de Rosas fué reconocido por los loncos como "el gobernador amigo de los indios"
Rosas pacta con todos los caciques para asegurar paz y territorios y el cacique Ignacio Coliqueo emprende su éxodo desde Chile en busca de paz, pan y terriotorios para su gente.
El primer ensayo económico keynesiano en el Río de la Plata
A fin de remediar la desprotección instaurada en 1809 que había prácticamente destruido la industria existente en el virreynato y que había sido persistentemente sostenida por los sucesivos gobiernos porteños, a través de la Ley de Aduana, el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, toma un proyecto de Pedro Ferré que establece un sistema proteccionista para la economía de la Confederación Argentina.
Se imponen a los productos extranjeros aranceles de entre el 35 y el 50%, en algunos casos, directamente prohibiendo su importación, aunque cabe consignar que los productos provenientes de Chile y la Banda Oriental pagaban aranceles inferiores y que el Paraguay recibía las mismas ventajas que cualquier provincia.
También se diseñaron incentivos al transporte marítimo realizado con buques nacionales, y se impusieron derechos a la exportación de cuero (de alrededor del 25 %) para capturar para el Estado una parte de la renta ganadera. Las mercaderías sacadas para el interior, por su parte, como lo había pedido Ferré en 1831, fueron libradas de todo gravamen.
La ley produjo la reactivación económica de todo el territorio, abriendo un período de bienestar y desarrollo que colapsaría luego de 1852.
Fuente: Telam
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